Estampes Cambrilenques

Article publicat a Revista Cambrils el mes de juny de 1980

Cambrils por Andalucía

Juny 1980 / La secció «Estampes Cambrilenques» elaborada per Josep Salceda es va publicar a Revista Cambrils des del setembre de 1953 fins el maig de 2005

Per Josep Salceda (1923-2011)

Estampes cambrilenques / Juny 1980

En Cambrils actualmente (1980) coexiste con la población autóctona una notabilísima colonia de andaluces provenientes de la emigración que, por razones de economía, escasez de empleo y problemas en el campo agrícola, se ha originado especialmente en las provincias de Sevilla, Almería, Córdoba, Jaén y Granada, hasta alcanzar un número de varios miles de personas. Gracias a Dios nunca ha habido problemas y las dos comunidades conviven amigablemente, mientras paulatinamente 'els altres cambrilencs' van asimilando nuestra manera de ser y se van integrando, elocuentes ejemplos tenemos de ello, poco a poco en el marco ambiental que predomina en el que ellos mismos han escogido como su pueblo de adopción y lugar para el nacimiento de sus hijos, integración a la que no es ajeno el gran número de matrimonios mixtos que se han ido celebrando en el curso de los años.

Pero no es de la emigración y de sus problemas de lo que queremos tratar, sino de un caso concreto, dolorosamente acaecido hace muchos años, casi un siglo, y en el que los cambrilenses, para los que en aquellos tiempos eran prácticamente desconocidos los andaluces y aún la mismísima Andalucía, demostraron un alto espíritu de solidaridad hacia un pueblo y unas gentes que por aquellas calendas les deberían parecer a nuestros antepasados unas lejanísimas provincias, más alejadas de nosotros en todos los sentidos de lo que hoy, pongo por ejemplo, puede estarlo Australia. Por qué, ¿cuántos cambrilenses habrían pisado la tierra andaluza hace cien años?

L'any 1884 Cambrils va realitzar una campanya solidària de recollida de diners per ajudar a les poblacions afectades per un fort terratrèmol a les províncies de Granada i Màlaga

Vamos a contarles la historia.

Corría el día de Navidad de 1884 y en un momento determinado un violentísimo terremoto, de intensidad X en la escala sísmica de Forel-Mercalli, sacudía de una forma tremenda un área muy extensa, unos 400.000 km, de las provincias de Granada y Málaga, sembrando entre temblores el pánico, la desolación y la muerte. Desgraciadamente la historia sísmica nos cuenta que la región andaluza sufre con cierta frecuencia movimientos de este tipo, recordándose como funestos en este sentido los terremotos de 1755, 1856 y 1884, siendo la zona de máxima actividad sísmica la correspondiente a los alrededores del gran repliegue orográfico de Sierra Nevada y sus estribaciones.

En este 25 de diciembre de 1884, las poblaciones más castigadas fueron las de Albuñuelas, Alhama y Torrox, las dos primeras en la provincia de Granada y la tercera en la de Málaga, con más de mil muertos, un escalofriante número de heridos y la práctica destrucción de los núcleos urbanos. Albuñuelas, a 26 km de la capital, tenia entonces 2.078 habitantes (ahora 2.226) y se contaron 102 personas muertas y más de 500 heridas, quedando totalmente destruidos 362 edificios. Alhama, a 35 km de Granada, era y es un municipio cabeza de partido judicial con 7.679 habitantes (actualmente 10.564) con bastante industria y unos importantes, en aquellos tiempos, baños termales. La población quedó destruida y hubo varios centenares de muertos y muchos más de heridos. Torrox, a 46 km de Málaga, era también cabeza de partido con una población de 6.284 habitantes (ahora 8.069) y un importante centro agrícola con cultivos de plantas subtropicales y verduras primerizas. Esta ciudad, antigua población romana de la que se encuentran notables vestigios arqueológicos, quedó también en buena parte destruida, contándose asimismo por centenares los muertos y heridos.

Ante este tremendo panorama, acaecido el estrago precisamente en día tan señalado, la reacción ante el dolor y la desgracia de tantos hermanos no se hizo esperar y los movimientos de solidaridad y de ayuda proliferaron en los puntos más diversos de toda la geografia española.

En Cambrils se formó casi de inmediato una comisión encargada de allegar fondos para ayudar a las víctimas del seísmo, que seguidamente empezó a actuar abriendo una suscripción a la que aportaron sus donativos 355 familias cambrilenses, prácticamente la totalidad de la población de aquellos tiempos, donativos que oscilaron entre las 40 pesetas del más grande y los 6 céntimos del más chico. La suscripción sumó la cantidad de 691,50 pesetas a las que se añadieron las 8 pesetas aportadas por los niños de la escuela de D. Juan Ardevol y las 15,75 de los niños de la de D. Leopoldo Ribot, que totalizaron 715 pesetas con 25 céntimos. No olvidemos que estamos en enero de 1885, cuando todavía las monedas de un céntimo tenían su valor, puesto que los jornales no pasaban de los seis reales (1,50 ptas.). Casi la mitad de las familias donantes aportaron la cantidad de una peseta; entre éstos encuentro a mi abuelo paterno Ángel Salceda Capilla, y 128 familias que no llegaron a esta cantidad, registrándose un donativo de 40 pesetas, cuatro de 25, tres de veinte y diversas cantidades inferiores.

No contenta la comisión con lo recaudado por medio de la suscripción, organizó un baile de máscaras (proximidades del Carnaval de 1885), entradas a dos pesetas, con una recaudación de 117,50 pesetas, de las que se restaron trece por gastos generales, puesto que los músicos renunciaron a cobrar dada la finalidad del baile organizado.

Con el mismo fin de allegar fondos y en la tarde del domingo 1 de febrero de 1885, se puso en marcha una fastuosa cabalgata, con carrozas tiradas por animales. En las bandejas que acompañaban la cabalgata se recogieron 135 pesetas, de las que se descontaron 17 pesetas con 97 céntimos por gastos ocasionados por el montaje de la cabalgata, siendo de remarcar que también en esta ocasión los componentes de la banda de música renunciaron al cobro de cantidad alguna.

Finalmente, para el jueves 5 del mismo mes, se organizó una función teatral que, seguramente por celebrarse en día laborable, no dio frutos demasiado espléndidos. En las notas de las que recogemos los datos no se especifica ni la compañía que actuó, ni la obra representada. Más bien creemos que serían aficionados de Vila-seca, puesto que dice que: "Todos los artistas que en ella tomaron parte, así como la música que amenizó los entreactos, trabajaron sin estipendio alguno." Lo recaudado en taquilla ascendió a 37 pesetas con 72 céntimos, siendo los gastos de montaje de 19 pesetas con 50 céntimos, diez de las cuales se cobraron por ir a buscar a los cómicos a Vila-seca y volver a llevarlos allí, al terminar la función, seguramente en tartana.

Así, pues, el total de lo recaudado con las cuatro fuentes de ingresos fue de 1.005 pesetas con 45 céntimos y los gastos ascendieron a 50 pesetas con 47 céntimos, quedando líquidas para su entrega a los beneficiarios 954 pesetas con 98 céntimos. De éstas, 765,08 fueron entregadas, mediante recibo, al Instituto del Fomento del Trabajo Nacional, de Barcelona, que tenía suscripción pública abierta y las 189,90 restantes fueron entregadas por el Alcalde al Gobernador Civil de nuestra provincia, que también había abierto una suscripción con el mismo fin. El recibo, no obstante, hace constar ciento noventa pesetas y en la memoria de estas benéficas actividades se hace constar que: "La diferencia de diez céntimos que se nota entregados de más al señor Gobernador, según consta en el recibo por esta autoridad librado, se explica por haberlos entregado el Sr. Alcalde de su peculio propio, al objeto de hacer la entrega en números redondos, toda vez que era poca cosa lo que faltaba." ¡Esto sí que es dar las cuentas claras y transparencia informativa!

Finalmente diremos que, aparte, también las dos parroquias cambrilenses hicieron una colecta que recogió globalmente la cantidad de 427 pesetas con 41 céntimos, que también engrosaron las suscripciones a favor de los damnificados por el terremoto.

¿No es una buena muestra de desprendimiento de los cambrilenses hacia sus hermanos andaluces, en unos tiempos en que las relaciones humanas entre los unos y los otros eran, a diferencia de ahora, totalmente inexistentes?

 


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